martes, 19 de junio de 2012


No quiero quejarme de oreja en oreja
Fijarme si quien me aventaja se aleja
Negar el reflejo que dejo en mi espejo
Ni alojar el rencor entre ceja y ceja.

No quiero guardar tantos secretos
Ni estar enfrentado en un cuadro grotesco
Como los Montesco y los Capuleto
No quiero a tu edad quedar obsoleto.

Ni perder el vigor, ni decir sin rigor
Que todo tiempo pasado siempre fue mejor
Ni llegar a mi casa ofuscado y molesto
No quiero estar cansado de llevarme puesto.

Y aunque esta verdad pueda doler,
tengo que decirlo, sin complacer.
Pero si ofendo, pido perdón
Cuando sea grande, no quiero ser como vos.

No quiero cometer tus mismos errores
Ni creer que todos son estafadores
No quiero manejar tus mismos valores
Ni que cada día sea igual a los anteriores.

No quiero no poder controlar mis enojos
Ni cargar esa tristeza en los ojos
Mojados y rojos, ajados y flojos
No quiero resignarme a ser mis despojos.

Ni echar con vehemencia la culpa a los demás
De lo que es mi incumbencia y responsabilidad
Ni que me de por probar en alguna idiotez
Lo que no pude hacer cuando tuve 23.

Y aunque esta verdad pueda doler,
tengo que decirlo, sin complacer.
Pero si ofendo, pido perdón
Cuando sea grande, no quiero ser como vos.

No quiero que ya nada me provoque placer
Ni cuando el dolor me toque odie el ayer
Ni mirar fotos viejas y ponerme a llorar
O que nombren a alguien y empezar a temblar.

No quiero llevar esa vida maltrecha
Con sospechas de dolo y la ilusión desecha
Ni lanzar pestes creyéndome Apolo
Ni que me moleste en una fecha estar solo.

Y aunque esto se preste a mal interpretar
No quiero que crean que es sólo por criticar
Y espero que tan sólo sea una declaración
porque ni yo se si quiero que quieras ser como yo.

Y aunque esta verdad pueda doler,
tengo que decirlo, sin complacer.
Pero si ofendo, pido perdón
Cuando sea grande, no quiero ser como vos.

Y aunque esta verdad (no quiero ser como vos)
pueda doler,
tengo que decirlo, (no quiero ser como vos),
sin complacer
Pero si ofendo, (no quiero ser como vos)
pido perdón.
Cuando sea grande...

martes, 5 de junio de 2012

EMBRIÁGUENSE ... Jugar a Fuera


Hay que estar ebrio siempre. Todo reside en eso: ésta es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del Tiempo que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso.

Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca. Pero embriáguense.

Y si a veces, sobre las gradas de un palacio, sobre la verde hierba de una zanja, en la soledad huraña de su cuarto, la ebriedad ya atenuada o desaparecida ustedes se despiertan pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntenle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, contestarán:
“¡Es hora de embriagarse!"
Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo,
¡embriáguense, embriáguense sin cesar!

De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.

Charles Baudelaire

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