Andaba de curioso y termine medio encabronado por leer una noticia relacionada con el Tower Records de Shibuya (Tokyo) ¬¬ ...... el cual imaginense .... tiene nadamas 9 pisos ( jajaja y el de mundo E se nos hacía grande con 3) 5,000 m² de superficie de VENTAAAAA y obvio por el poder adquisitivo que tienen los japos pCH ( si harry significa lo que piensas) los precios son envidiables , y me encontre con otra notita relacionada con la coleccón de discos más grande del mundo... se que de por si nadie lee este pasquín, pero por si andan de pranganas no le robara mas de 3 min leer
La oferta es más que tentadora, pero lamentablemente está al alcance de pocos.
8 dic 2009
COLPISA
Paul Mawhinney, un conocido coleccionista privado de la ciudad norteamericana de Pittsburg, ha decidido separarse del mayor legado de música grabada del mundo -literalmente, «The Largest Collection of Recorded Music Anywhere»-, reunido a lo largo de cincuenta años con el mesiánico deseo de preservar registros de la historia de la música para las generaciones futuras.
La composición del lote, sometido a subasta en eBay con la supervisión de la empresa intermediaria Kompolt, dejaría boquiabierto a cualquiera. La colección está integrada por más de tres millones de títulos, de entre los cuales 1,5 millones son singles de 45 rpm., un millón son lps y 300.000 son cds. Todos en perfecto estado y con el aliciente de ser primeras ediciones con las portadas originales.
Un tesoro cultural
El listado hace referencia también a miles de lps de 78 rpm. (los desaparecidos discos de pizarra), cassettes y ocho pistas. Nos encontramos aquí con una parte consustancial de la historia de la música -ante todo americana-, en la que todos los géneros son bienvenidos: rock, R&B, country, hip-hop, musicales de Broadway y bandas sonoras de Hollywood, jazz, clásica, ópera, blues e incluso villancicos y música infantil.
El agravamiento de diversos problemas de salud y los importantes dispendios económicos que le ha generado el tratamiento de su enfermedad han llevado a Paul Mawhinney ha «malvender» por tres millones de dólares una colección que disco por disco en el mercado superaría los 50 millones de dólares. La decisión debe ser harto dolorosa, ya que el coleccionista advierte que «ésta es la segunda y última oportunidad que tiene para adquirirla». Quizás es una estrategia de márketing, o quizás se lo esté pensando dos veces.
Lo cierto es que tras una detenida mirada al contenido del lote, queda claro que los tres millones son una ganga. En él se incluye el primer cd producido en la historia (del que sólo se sacaron 300 copias) y el primer disco de fonógrafo, datado en 1888, así como rarezas valoradas en miles de dólares la unidad, como los cinco singles de Elvis Presley en el sello Sun, y el disco más demandado e ilocalizable de Rolling Stones.
The Library of Congress, considerada una de las bibliotecas más grandes del mundo, estima que no más del 17 por ciento de la música contenida en esta colección ha sido digitalizada alguna vez. Teniendo en cuenta que las grandes discográficas han destruido la mayoría de sus masters -grabaciones de estudio-, muchos de los títulos son imposibles de encontrar hoy fuera de este legado.
La cosa no acaba aquí, pues Mawhinney ha incorporado al paquete de subasta su colección de aparatos de reproducción y grabación antiguos, 10.000 agujas de fonógrafo, la base de datos completa de la colección -en la que cada disco está detalladamente catalogado-, toda su biblioteca de libros de música y las patentes de todos los inventos relacionados con la música ideados por él mismo a lo largo de los años. Algunos de estos ingenios son un sistema giratorio de limpieza de vinilos, otro para cds y una funda para singles con protección contra ácidos.
La guinda es la cesión de todas las empresas constituidas por Mawhinney alrededor de su afición melómana, como la tienda de discos Record-Rama o Music Master, un directorio de pago integrado por más de 600.000 entradas al que recurren personas de todo el mundo para informarse sobre discos tan singulares que no constan en los registros oficiales.
La decisión de deshacerse de todos y cada uno de estos objetos, y hacerlo de una vez, se justifica en una de las cláusulas establecidas por el propietario para su venta: que la colección debe permanecer siempre intacta. Mawhinney sólo permite que el futuro comprador saque al mercado los duplicados que contiene la colección.
De hecho, su verdadero deseo sería que su obsesivo y pertinaz afán recopilatorio culminase en la creación de un museo. Las especificaciones de la subasta en Ebay sugiere esta opción, informando de las importantes ventajas fiscales que obtendría el comprador con ella.
Mi desvan electrónico... anotaciones y reflexiones sobre la vida y la red.... artido .... Mexicano, Gamer, Cocinero, Melómano, Soñador,Lector, Padre, Hijo Hermano, Social Media Strategist ,Sr Workforce Specialist Un Amor o tu peor pesadilla
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