Hot Chip - One Life Stand

Hay discos que son interesantes durante 2 o 3 escuchadas y luego son olvidados, otros que no se pueden entender sino después de 10 o 12 sesiones resultando en varias formas de genialidad; por último, entre unos y otros, están los discos fáciles de escuchar, de memorizar y que en un capricho te puedes comprar en la tienda. Así es One Life Stand, la nueva producción de Hot Chip: una copia de su anterior álbum, sin los killer tracks que se podrían antojar, pero aún así más refinado, original y -sobre todo- mejor.




Yo repudiaba (repudio?) su anterior trabajo. Made in the Dark pues es un excelente disco de dance hasta la mitad, donde inexplicablemente el disco cae en una depresión de aburrirse. Éste álbum tiene su misma estructura (canciones para bailar al principio, para arrullar al final y una rompemadres de cierre), su misma temática (romance tranqui, diversión inocente) pero no su misma calidad. Por mucho, One Life Stand es un disco más refinado, original y mejor que el anterior. Con todo y sus sintetizadores ochenteros, violines eléctricos, armonías y sampleos durante una brillante travesía de 10 etapas y 49 minutos.



Thieves in the Night, y Hand me Down Your Love abren el disco con calma y encanto. A la mitad entre baladas electrónicas y pop dance, tienen una bella estructura, una buena melodía y una excelente producción. I Fell Better les sigue, ponchada y ochentera, muy original y con varios giros -excelentes- durante sus casi 5 minutos. El disco va muy bien cuando el oído se enamora de One Life Stand, pieza que da nombre al álbum. De magnífica manufactura, ambiciosa y movida, también tiene sorpresas escondidas.



Y viene la calma. Brothers es linda, Slush rara y aún mejor, Alley Cats algo aburrida. Pero las tres son tranquilas, bien pensadas y con sonidos envidiables. Sin pena ni gloria se eleva el volumen en We Have Love y vuelve a caer en Keep Quiet. El disco cierra con su mejor canción, una avasalladora muestra de talento con un intro de teclados esquizoides, y una fría voz para estallar con alegría y mucho romance en cada estribillo. Take it in es una canción para bailar con una letra para cantarse al oído.





Y ya. MUY fácil de escuchar. Bueno, muy bueno. Y ya.