martes, 23 de mayo de 2017

23 de Mayo

Fui testigo de la felicidad ajena, vivida desde lo inesperado, con los planetas,el mundo, las lunas, las cosas y todo lo que nos rodea en contra.

De repente quise volver todos los días a verla, y ya no fue para ayudar  que volví, sino quizá egoístamente quería estar al lado de esa felicidad que habita en la paradoja... un rato de cada día, para también yo ser feliz, y volver a casa con algo de su esencia.

Estar con  gente feliz  es como ponerse algo muy cómodo en verano o algo que te abrige en invierno, que te tape las orejas del frío, o  que te haga  reír cuando no sabés ni porqué estar triste.


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